Si reprimes tus emociones te puede pasar esto…
Todos conocemos a personas “herméticas”, que se lo guardan todo, a quienes les cuesta expresar sus emociones. Y si no conoces a nadie, puede que esa persona seas tú.
Pero de hecho, estas personas tienen que saber que por muuuuucho que quieran, consciente o inconscientemente, reprimir sus emociones, el cuerpo habla y seguirá experimentando la emoción de distintas formas. Por lo tanto, podemos afirmar que la represión emocional influye enormemente en tu salud.
¿Cómo nos puede afectar?
- Explosiones de ira: de tanto acumular, podamos estallar de forma desproporcionada e incontrolable
- Psicosomatizaciones: dolores de cabeza, problemas estomacales (hinchazón, gases, estreñimiento…), dolores musculares… Son respuestas física que encontramos en el cuerpo pero que tienen de origen un componente emocional.
- Daños en el organismo: se ha comprobado que un aumento sostenido de la tasa cardíaca y el cortisol debido a la represión emocional está altamente relacionado con un mayor riesgo por ejemplo, de sufrir diabetes o problemas cardíacos.
- Cronificación de un estado de ánimo bajo: nos puede llevar a cronificar nuestros estados de ánimo, ya sea rabia, tristeza… esto nos puede llevar a algo más profundo como por ejemplo, un trastorno del estado de ánimo.
- Ansiedad: nuestro cuerpo puede reaccionar como si estuviera en peligro constante. Por este motivo, el cuerpo nos intenta mantener en estado de alerta y aparece la indeseada ansiedad. Una vez más, la causa no es física, sino emocional.
- Necesidad de evasión: Hay personas que recurren a comportamientos desadaptativos (abuso de sustancias, compras compulsivas…) para reducir el malestar que genera sentir y vivir sus emociones.
- Debilitación del sistema inmunológico: por el aumento constante de cortisol (la hormona del estrés). Esto puede provocar que seamos más propensos a enfermar o nos cueste más combatir virus o infecciones.
Como podéis comprobar, expresar nuestras emociones es garantía de salud y de bienestar.
Si sientes que puede pasarte, te animo a que busques acompañamiento profesional para poder gestionarlo. Tu salud física, mental y emocional te lo agradecerá enormemente.
