Magalí Bofí

Problemas relacionales

Los problemas relacionales son dificultades y/o conflictos que pueden surgen en nuestras relaciones con los demás. Pueden afectar en distintas áreas como en las relaciones laborales, sociales, familiares o de pareja.

Pueden repercutir en áreas específicas o a menudo, incluso, pueden generalizarse a afectar a más de un área. La falta de autoestima o de habilidades sociales pueden ser causantes de éste hecho.

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¿Cómo puede repercutirnos?

Baja autoestima: somos seres sociales y por lo tanto, ver que tenemos relaciones deterioradas, que no encajamos, que a menudo tenemos conflictos… puede perjudicar a nuestra autoimagen y autoestima, afectando así a nuestra confianza y seguridad y repercutiendo de nuevo, a nuestros relaciones sociales.

Malestar emocional: la mala relación con otros puede generar sentimientos desagradables como la tristeza, la rabia, la culpa, la vergüenza, la frustración… y, en consecuencia también aparecer la incómoda ansiedad en nuestras vidas.

Ruptura de relaciones y duelo: aunque a veces, es la mejor opción, los conflictos pueden llevar a la ruptura de relaciones significativas y esto, iniciar procesos de pérdida y duelo que, a menudo, son difíciles de sobrellevar.

Aislamiento: romper con nuestras relaciones puede fomentar el sentimiento de soledad y el aislamiento social.

Nuestra inseguridad o falta de autoestima también puede provocar este hecho que, se ha demostrado que afecta enormemente a nuestra salud mental.

Enfermar: ansiedad y estrés crónicos pueden repercutir a nuestra salud, generando problemas estomacales, dolores de cabezas, hipertensión, problemas cardiovasculares… que si bien tienen un componente físico, su origen es, sin lugar a dudas, emocional.

Adicciones: como forma de afrontar sus conflictos y problemas de relación, algunas personas pueden recurrir a la evasión con sustancias o ciertas conductas tóxicas y autodestructivas por su mala gestión emocional.

Dependencia afectiva: sigue teniendo un componente adictivo, aunque en este caso es una dependencia hacia una o varias personas.

Se suele dar cuando estamos en una relación con asimetría de roles, donde hay una necesidad de afecto irrefrenable.

En resumen, es la imposibilidad de soltar una relación que ya no funciona.

Reconocer estas señales es crucial para iniciar el cambio.

¿Cómo puede ayudar la psicoterapia a construir relaciones saludables?

La psicoterapia ofrece un espacio seguro de acompañamiento para abordar estas problemáticas.

Trabajaremos en el establecimiento de límites, en el aprendizaje de habilidades sociales, en el autoconocimiento (imprescindible para conocer tus patrones de comportamientos y tus tendencias relacionales), en cambiar pensamientos y creencias disfuncionales, en la gestión de la ansiedad, en la mejora de tu autoestima y seguridad.

Tener unas relaciones de calidad es clave para tu bienestar emocional.

A menudo, las relaciones tóxicas nos invitan a entrar en un bucle de negatividad y de deterioro que daña enormemente nuestra autoestima y nuestros recursos.

Salir de ahí es necesario e imprescindible.  La psicoterapia puede ayudarte enormemente.