10 razones por las que empezar a usar aceites esenciales
Si una cosa me encanta de los aceites esenciales es que sirven para todo.
Desde cocinar, limpiar, hacer cosmética casera, ayudar a nuestro organismo, sanar… hasta como simples ambientadores.
Son productos súper versátiles. Al empezar a usarlos te das cuenta de la cantidad de usos que pueden llegar a tener.
Hoy te traigo 10 razones por las que empezar a usarlos.
– Pueden utilizarse para limpiar tu hogar de manera natural: la mayoría de aceites tienen propiedades higienizantes. Puedes crear tus propios productos de limpieza en función de tu necesidad. Por ejemplo, el limón, el árbol de té, pino, eucalipto… son básicos en la limpieza por sus propiedades.
– Mantienen alejados a los insectos: los insecticidas y repelentes convencionales suelen tener ingredientes tóxicos en su composición. Con los aceites esenciales podemos crear nuestros propios productos y utilizarlos para evitar bichos en casa, en nuestras mascotas, o en nuestras plantas. El lemongrass, la citronela, menta, árbol de té y geranio son ideales en estos casos.
– Ayudan a cuidar de tu cabello: los aceites esenciales se pueden añadir a tu champú o acondicionador. Incluso podemos hacer nuestros propios productos capilares. Además, te dejarán un olor increíble y 100% natural y libre de químicos. En estos casos podríamos utilizar, romero (para la alopecia), lavanda (para el picor), manzanilla (para cabellos rubios), entre otros.
– Beneficiosos para el cuidado de la piel: ayudan al antienvejecimiento, a la hidratación, a la eliminación de manchas… Son grandes aliados para el acné, las rojeces y aportan una limpieza profunda. Se pueden añadir a nuestros productos de cosmética o crear los tuyos propios.
– Mejoran la calidad del sueño: son increíblemente eficaces para combatir el insomnio y la ansiedad. Reducen los desvelos y ayudan a tener un sueño más profundo y reparador. Los aceites más recomendables en estas situaciones son: la lavanda, la mandarina, la copaiba, la manzanilla o el incienso.
– Mejoran el estado de ánimo: hay varios aceites esenciales que reducen la irritabilidad y mejoran el estado de ánimo. A veces, bastará con inhalar un aceite con un aroma que te haga sentir bien. Otras, podrás escoger aceites energizantes, calmantes, motivadores… dependiendo de tus necesidades.
– Son grandes aliados para tus músculos y articulaciones: muchas cremas comerciales con fines terapéuticos están compuestas por mentol o alcanfor en su composición por lo que, podemos usar aceites esenciales para masajear la zona afectada. Los más recomendables podrían ser: tanaceto azul, menta, romero, copaiba, helicrisio…
– Son aptos para toda la familia: no necesitas tener un cajón con mil medicamentos distintos. Los aceites esenciales los pueden usar los adultos, niños, mascotas… Además, un mismo aceite esencial puede apoyar distintas patologías o dolencias. Solamente hay que adaptar la dilución y la dosis a la edad y condición de la persona.
– Se pueden utilizar en cocina: hay aceites aptos para su ingesta y nos podemos beneficiar de sus propiedades. Pueden aportar sabor y aroma a tus recetas de cocina. Por ejemplo, los cítricos, el jengibre, la canela, la vainilla, la menta y la lavanda pueden aportar un toque a tus platos delicioso.
– Son productos muy versátiles: al usarlos y aprender sobre ellos te das cuenta de la cantidad de usos que pueden llegar a tener. Los puedes llevar contigo a todos lados, son cómodos y fáciles de transportar. Y, como ya hemos dicho, un mismo aceite puede ayudarte en situaciones muy diversas.
